El comienzo de la primavera, solemos observar un aumento de pequeños coleópteros o “pololos” presentes en nuestros huertos, estos escarabajos pueden ser identificados como Phytolaema hermanii o especies del genero Sericoides, o Astylus gayi conocidas como primaveras en el sur de Chile, pero…¿Donde estaban esos insectos?
La respuesta es muy fácil, dichas especies completaron su ciclo de vida en el suelo, alimentándose de los vellos radiculares o raíces secundarias de las plantas hospederas, el problema no se suscita cuando nos encontramos con un solo individuo, si no cuando superamos nuestro umbral económico y esto ocurre cuando las plantas nos entregan los indicios de los daños.
Las prospecciones prediales durante el periodo invernal nos permiten identificar cuáles serán nuestras problemáticas durante la próxima temporada y constituyen una potente herramienta preventiva para el control de insectos potencialmente dañinos.
Nuestro equipo técnico de Biofuturo que asesora predios frutales desde La Región de O´Higgins a Los Lagos, desde mediado de abril ha detectado la presencia a nivel sub solar de especies de gusanos blancos y curculionidos de importancia económica, así como también de hembras hibernantes de ácaros fitófagos, entre otros.
El gran dilema está en: ¿Cuál es la presión de insectos en el huerto? ¿Cuándo es más eficiente realizar un control preventivo? ¿Qué producto es más idóneo para el tipo de manejo realizado? ¿Cómo podemos proteger a nuestros controladores biológicos?
Biofuturo cuenta con un staff técnico, especializado en la identificación y reconocimiento de plagas y sus controladores biológicos, que acompañan a los productores y operarios a través de capacitación constante a disminuir la presión de insectos en el predio, disminuir costos de producción, contribuyendo así a una agricultura más sustentable con el medio ambiente.
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